sábado, 26 de julio de 2014

Etapa 7: Torres del Río - Logroño | 20,6 Km

Aprovechando que hoy hemos disfrutado de un alojamiento "deluxe" nos hemos levantado un poquito más tarde. También es la última etapa y hoy no es tan dura como la de ayer.
Cojo mis botas rotas con la intención dejarlas en el camino. He escrito una nota dentro. Antes de que me pesen, encuentro "el lugar" para dejarlas.
A las 9 empieza a hacer calor. Voy a paso lento. Estoy caminando con mi calzado de repuesto y no es tan apropiado. Por suerte hoy no toca montaña ni llueve, pero los 7 primeros km son algo abruptos.
Llegamos a Viana y picamos algo en la calle principal. Deliciosos los pintxos de txistorra. Están de fiestas y acaban hoy. Mientras estamos en la terraza, anuncian mediante chupinazos varios, la salida de los gigantes y cabezudos que enseguida desfilan.
Éste es otro pueblo bonito para visitar.
Nosotros seguimos nuestro camino.
Cada vez hace más calor. Voy despacio.
Me voy encontrando con gente y voy charlando mientras andamos.
En breve dejamos Navarra y entramos en La Rioja. La entrada a Logroño que transcurre entre polígonos industriales, es larga y cansina especialmente en días tan calurosos como hoy. En este tramo coincido con una peregrina japonesa  que conocí días atrás, y mientras charlamos se hace más ameno.
Al fin: ¡Logroño!
Nuestro plan hoy: ducha, tapeo en la zona del Laurel y regreso a casa.
Nos despedimos de varios peregrinos que también se van hoy y de otros que siguen.
Me da un poco de pena tener que irme; otra vez, ha sido una gran experiencia y a pesar de la dureza, del esfuerzo y del dolor, merece la pena. Mucho. 
No hay dos sin tres. Volveré a las andanzas, me temo.





These Boots Were Made For Walking